miércoles, 23 de mayo de 2007

El arte con el prisma femenino, y el Pop Art de la mano de Lichtestein

Una obra de arte no puede, o no debe, tener género. No puede ser exclusivamente masculino, ni femenino. Pero hay algo, en su acabado, en su mensaje, que les hace diferentes. Y es que, por suerte, somos distintos y en el quehacer de las obras deja una huella.


Algunos críticos como Robert Hugues, sostienen que en las obras en las que hay una mujer detrás, existe una intimidad más profunda, miran al interior más que al exterior.

El Prado ha reunido ahora veinticuatro piezas, todas ellas creadas por mujeres; con la salvedad de que han pertenecido a generaciones diferentes y tienen estilos distintos. Nombres que van desde Carmen Calvo, Isabel Baquedano, Soledad Sevilla, Blanca Muñóz o Cristina Iglesias.

El objetivo del proyecto era que las artistas se inspirasen en obras del museo para reflexionar sobre el arte del pasado y el del presente. De esta forma, intentar mostrar al público cómo los maestros de la antigüedad siguen latentes en el arte más contemporáneo.

¿Qué encontramos? Podemos ver desde aguafuertes, litografías, serigrafías y fotografías que plantean el arte como un hecho evolutivo más que como un producto de la inventiva, demostrando que la larga cadena que ha estructurado el arte de todos los tiempos esconde la misma arma: la reflexión.

Si no queréis perderos este vistazo al ayer, al hoy, y quien sabe si al mañana podéis visitar la colección hasta el 15 de julio. La condición es la reflexión, no esperéis encontrar grandes joyas de la pintura, para ello ya está la colección permanente de la pinacoteca. Como ejemplo: Las tres gracias de Rubens, protagonizado por mujeres pero pintado por un hombre, imposible de otra forma.





Y hablando de arte, y de exposiciones, hagan un hueco en su agenda para visitar las 97 obras de Lichtestein, se apura el tiempo; sólo queda hasta el día 27 de plazo para disfrutar de su esencia. Más allá del Pop Art de Warhol, existió Lichtestein, que si no superando, sí igualando la visión del arte. La Fundación Juan March ha sido la encargada de albergar el evento.
Paso a paso, punto por punto, de la idea al resultado final; esa es la premisa de la exposición: intentar recopilar el ‘proceso de producción’ de Lichtestein. Recordemos que este artista lucho de forma incesante todos los caminos del arte.
Desde el cómic hasta los ‘maestros’ de la Historia del Arte: Cezanne, Matisse, Van Gogh,… Así los veía Lichtestein, y así nos lo presenta en estas obras, rindiéndoles su ovación. Tal como era, creaba. Diferente, peculiar y ante todo con su propia idiosincrasia artística.


En la colección, además de pintura, se incluye una de las pocas películas que realizó el artista; recopilando los fondos marinos y sin olvidar el referente de sus ‘collages’ forma algo más de esta peculiar puesta en escena. No se olviden, hasta el 27.

3 comentarios:

EB dijo...

Si son obras de mujeres estoy segura de que merecerá la pena ir a verlas. Cada semana nos das mejores opciones de ocio, felicidades por tu blog!

Alba dijo...

Yo tambien creo que el arte no tiene género, pero confio en que las obras femeninas tienen más sentimiento

Almudena dijo...

Yo tampoco creo que las obras deban tener género... Aunque hay que reconocer que las mujeres somos más artistas!!! (Unas más que otras, je)

Mola tu blog!

Besos!!!