miércoles, 16 de mayo de 2007

Una vuelta por el arte de Plensa

Jaume Plensa se abre un hueco entre los amantes del arte. El escultor acaba de cerrar una exposición en el Instituto de Crédito Oficial de Madrid. Un éxito en la organización de esta muestra, que nos ha trasladado, durante unos minutos a la piel del escultor.

Para aquel que no lo conozca Jaume Plensa es un escultor que se dedica a construir elementos decorativos para escenarios de representaciones como óperas, esculturas que enriquecen la puesta en escena, elemento que de forma muy premeditada se cuida en la exposición que tuve ocasión de ver.


Dividido en pequeñas salas, los pasillos te conducen a una sala más grande donde tiene lugar lo más espectacular de toda la muestra y que más tarde analizaremos profundizando detalles.
Habitaciones oscuras para que centres tu mirada en el objeto que te están mostrando.
Lo que encontramos en la exposición son trabajos destacables del artista que nos acercan a su carrera profesional.
Primeramente nos topamos con unas pantallas, que a través del vídeo, podemos contemplar espectáculos donde se han empleado sus construcciones, en las paredes de la sala tienes la ocasión de ver dibujos donde diseñó previamente el vestuario y la caricaturización de los personajes.

El primer plato…

La primera obra que vemos se titula “La Atlántida” y aquí se aprecia la creación de los personajes de un poeta, de un pintor, a estos los dibuja encerrados en sí mismos con una cabina transparente, de un músico en su sillón, de un maquinista a quien traza unas alas de ángel. Y los más atrayentes el “Corifeu” a quien le viste con un vestido negro y letras blancas y los árboles de la Atlántida; hombres de cuyos brazos y cabeza salen las ramas de un árbol. El color que utiliza para ellos a excepción del “corifeu” es el blanco así como las luces también lo son. Todos ellos aparecen en el vídeo de una puesta en escena de una ópera, volando, bailando, interpretando, …un auténtico espectáculo que se complementa con una pantalla que hace el fondo del escenario y en la cual con un juego de luces y sombras dan paso a unas letras amarillas mientras los ángeles vuelan. A través de la luz y la música se recrea la tensión en el escenario. A mi modo de ver y como opinión personal, todos los elementos que emplea me recuerdan mucho a Dalí en su etapa más subrealista.

El segundo vídeo es “El martirio de San Estebán” un tema plasmado muy recurrido en la historia del arte de la pintura. De nuevo, Jaume Plensa lleva al escenario sus bocetos no sólo de personajes sino también de esculturas que compondrán la escena. Si hay algo que destacar en sus características como artista es la obsesión por representar cuerpos sin piel, es decir, sólo con la fibra muscular, o nervios y como más tarde veremos también totalmente transparentes. La luz es en esta ocasión también su mejor aliado, aquí se representa con una espiral.

“La condenación de Fausto” es uno de los más destacables; volvemos a ver diseños de personajes y esculturas que poseen una gran complejidad. Todos los intérpretes de esta obra aparecen de blanco y cargados con unas gigantescas bombonas similares a las que usan los buzos para portar el oxígeno. Una especie de bidón de dimensiones gigantescas se lleva al escenario, más tarde vemos en el vídeo como se abre en un momento determinado y está lleno de personas que previamente vemos como se introducen en él. A mi juicio, esto tendría la intención de representar el infierno porque más tarde vemos como cae al vacío el protagonista. Un incendio (en la pantalla) acaba con este panorama; una lucha entre la vida y la muerte.

La creación siguiente es “La flauta mágica”. Si se nota en esta puesta en escena el avance del artista hacia personajes e infraestructuras algo diferentes, más innovadores. Aquí utiliza colchones como esculturas y a los personajes les da un color: rojo, amarillo o plata pero desde la cabeza a los pies.

“Le pareti de la Solitudine” deja atónito a cualquier espectador, refutando esto cuando se ve en la última parte de la exposición los elementos que emplea.
Varias máscaras de rostros humanos que parecen tener vida, unas manos de las que cae el agua son los elementos que construyen la escenografía además contrapone las manos de las que fluye el agua a unas manos de las que cae tierra; dos elementos antagónicos. Transmite soledad y congojo ya que el protagonista es un hombre que gira sobre sí mismo contemplando lo que le rodea. Como viene siendo habitual la luz juega un papel vital ya que sólo ilumina el blanco los elementos anteriormente citados en un fondo con pantalla azul para acabar en un negro total teniendo como excepción los rostros, que denotan sufrimiento, ahondando todavía más al quitarle las cejas.


Escalofriante.

La segunda parte de la exposición se localiza en la sala más grande, no es algo casual sino estudiado y analizado de antemano por los organizadores de la exposición. Impresión y frío es lo que se siente al adentrarte en esta sala, al menos yo fui testigo de estos sentimientos, nadie más estaba a mi alrededor y el hecho de contemplar esta habitación me pareció increíble por la cercanía que tenía con estos elementos pero les aseguro que sentí miedo.
Un primer cuerpo transparente te avisa de lo que puedes encontrar, todas las esculturas que antes habíamos visto en vídeo ahora lo hacemos en persona. Cuerpos, una larga alfombra roja teniendo como meta unos zapatos, una camilla, manos y rostros empleados en “Le pareti de la Solitudine”,… la increíble escultura del “coifeur” de la Atlántida, o cuerpos transparentes y encapuchados a esto hay que sumarle unas pantallas en las paredes en las que vemos letras rotando a la vez que forman un triángulo o el fuego que aparece en otros de los vídeos anteriores.
Esta sala tiene una gran puesta en escena porque todo esta colocado con el propósito de despertar algo en el espectador, como mínimo reparo y asombro.

Por último y tras subir unas escaleras sin luz alguna de nuevo vuelves a sorprenderte. Dos ojos te miran de frente a la vez que pestañean y el visitante tiene que pasar por ellos para contemplar la última fase de la exposición. Aquí tenemos la ocasión de ver las maquetas de los escenarios anteriores con alguna que otra escultura más, merece ser destacada desde mi punto de vista la de un niño colocado en perpendicular de la que caen unas letras en vertical en la que podemos leer “canciones de la muerte de los niños” (en la exposición está en inglés” además también hay una escultura de manos de la que sale fuego de una vela o en otra sala un retrato, creo que realizado con telas prensadas con las que crean y remarcan los signos de expresión.
Impresionante es así mismo el final de la exposición en la que tras atravesar unas cortinas de las que verticalmente caen unas letras, de las cuales podemos leer un mensaje relacionado directamente con la muerte, el sueño, la naturaleza, …pasamos por una pequeña ventana en la que asomándonos vemos lo que está teniendo lugar abajo, de nuevo los primeros vídeos y tras atravesar otra cortina exactamente igual eres consciente de que has llegado al final de la exposición.
Aunque como he comentado en anteriores ocasiones, soy una seguidora de La Fura del Baus, y ya conocía la obra de Jaume Plensa. Pero les aseguro que la exposición constituye por si misma un espectáculo. Te hace seguir el camino que él anda hasta llegar a plasmar su idea; pasar del boceto en papel a la figura tangible.
Llama la atención, verlas en vídeo porque te acerca una idea más viva que un esbozo en papel pero sólo se trata de un pequeño aperitivo, te das cuenta cuando tienes la oportunidad de contemplar de cerca la textura, el tamaño, la forma, … de sus esculturas.
En esta muestra, Jaume Plensa te invita a conocer desde dentro sus trabajos, y te muestra como se pueden hacer realidad los sueños, los miedos y lo utópico.
Eduardo Úrculo, pintor contemporáneo decía que pintaba “todo aquello que nunca pude alcanzar”, a modo personal considero que Jaume Plensa de alguna manera también sigue este lema: llevar a la escena aquello que físicamente no puede vivir ni tocar, una manera de dar forma a los miedos, a los sueños, a las frustraciones,…o simplemente todo lo que su imaginación puede dar de sí. Además de jugar con la libre interpretación que cada uno pueda o quiera dar a sus obras ...

1 comentario:

Alba dijo...

Con sus palabras y descripciones nos trasladas a la exposición. Muy bien artículo, felicidades!